Prof. Mary Teahan presentó sobre Marketing Experiencial en el “4to. Marketing & Communication Summit” organizado por las publicaciones El Cronista, Apertura e Information Technology, en Buenos Aires el 29 de octubre pasado.
Parafraseando a Confucio, Teahan dijo que “Involucrame y compraré” podría ser el lema del Marketing Experiencial. Nombró a Walt Disney como visionario del marketing experiencial ya que en 1955 abrió Disneyland en California. Se diferenciaba de los parques de diversión típicos porque se ambientó de modo de crear un mundo de ensueño en que cada elemento formaba parte de la experiencia global que el genial Walt ofrecía a las familias norteamericanas.
“Involucrame y compraré” podría ser el lema del Marketing Experiencial.
Les llevó más tiempo a los teóricos de los negocios darse cuenta pero, para 1971, Alvin Toffler habló de la “industria experiencial’” en su libro El Shock del Futuro, previendo que los consumidores cada vez más comprarían “experiencias” en vez de simplemente productos y servicios. Según Teahan, “Todos leyeron Tofler pero nadie hizo nada al respecto.”
Recién en 1999 con la publicación de dos libros, el Marketing Experiencial entró en la agenda de las personas de negocios y de los académicos. Bernd Schmitt de la Universidad de Columbia publicó Marketing Experiencial y Joseph Pine de MIT y James Gilmore de Wharton presentaron La Economía de la Experiencia, y la atención del mundo de los negocios se enfocó en la creación de experiencias como antídoto a la inexorable comoditización de las marcas, los productos y los servicios.
Mostró ejemplos de Marketing Experiencial y aseguró que se puede hacer exitosamente en todo tipo de negocio: empresas grandes, PyMEs y organizaciones sin fines de lucro; B2B y B2C; productos y servicios.
Teahan recomendó: “Deslumbrar los sentidos. Tocar el corazón. Estimular la mente. Marketing es Teatro. La Experiencia ES el Marketing.”
“Deslumbrar los sentidos. Tocar el corazón. Estimular la mente. Marketing es Teatro. La Experiencia ES el Marketing”, mary teahan.